Estos dulces llegan con toda la actitud: coloridos, buena vibra y sabor que te abraza como compa de barrio. Los pruebas y zas, sonrisa automática. Son de esos snacks que se disfrutan mejor chill, con música y risas.
Eso sí: disfrútalos con calma… que luego terminas teniendo conversaciones profundas con el ventilador.